viernes, 8 de octubre de 2021

Día #268

 

Hoy, tirada en el sofá, me he dado el lujo que volver a ver algo de los noventa que me encantaba. Es muy kitsch, un pastiche muy intencional y lleno de brilli-brilli.



The sorceress, un entretenimiento que hizo Kiri Te Kanawa con Christopher Hogwood allá por 1993 Con música y arias de Händel, cantadas por mi neozelandesa favorita, se monta una historia muy básica de amores, magia y desamores. Alcina ama a Ruggiero, este cae bajo su embrujo, pero Bradamante se lo quita recurriendo a la magia, y al final, bueno, final feliz. 


Ella canta estupenda, y él luce palmito.  Con bailes muy en plan ancient régime pero vestidos los bailarines como en un video clip de glam-rock.


Cómo me gusta Kiri Te Kanawa, qué mujer más encantadora y qué voz tan preciosa.


Agotadísima por el trabajo. Cuando tengo un momento libre, solo me queda tiempo para pasear y leer romántica, que es lo mejor cuando el cerebro simplemente ya no puede más. Pero siempre con su poquito, o su muchito, de música...

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